La dinastía Nazarí
La dinastía Nazarí fue la última de origen musulmán que dominó la Península ibérica, desde 1238 hasta 1492. Fundada por Muhammad I “Hijo del Rojo”, hizo de este color su emblema, y así nació el nombre de su residencia “La Roja”, mejor conocida como “La Alhambra”, en Granada. Su caída conllevó al final de al-Ándalus.
Antecedentes históricos – fin del periodo almohade
Para tratar de situar en un contexto histórico el surgimiento nazarí, es necesario remontarse hasta las últimas décadas de vida del Imperio almohade en la península ibérica. A partir de la batalla de las Navas de Tolosa, en 1212, el poder almohade en Al−Andalus comenzó a mermar bajo la presión de los ejércitos militares castellanos hacia el centro-sur de la península. Esta derrota supuso su fin en la península.
El movimiento almohade, surgido en el siglo XIII, significó la génesis del más vasto imperio jamás conocido, enclavado en la parte occidental de Dâr al-islâm, (Tierra del Islam), incluido al-Andalus. Dotados de una organización jerárquica de tradición bereber, los almohades emprenden una larga lucha por el poder, y así comienzan la conquista de Al-Ándalus en el año 1145.
Su legitimidad radicó en el “almohadismo”, esto es, la autoproclamación como califas de los soberanos. De este modo, rompieron con todo vestigio de reconocimiento a la autoridad abasí, previamente obedecida por los Almorávides. Hicieron una interpretación más radical del Corán.
Ibn al Ahmar
En este contexto, tras la derrota almohade en la batalla de Las Navas de Tolosa (1212) se inicia un periodo inestable en al-Ándalus, en donde los líderes locales trataban de salvar de forma individual el territorio islámico peninsular ante el avance cristiano hacia el sur. Si bien, sólo uno de ellos lo lograría.
Muhammad ibn Yūsuf ibn. Nasr, apodado Ibn al Ahmar, logró reunificar por mucho tiempo al-Andalus bajo su reinado. Nacido en Arjona, en 1194, y fallecido en Granada, en 1273, fue el primer gobernante del Reino e inició la dinastía de los nazaríes. Se proclamó emir de Al-Andalus en 1232 y seis años más tarde trasladó el poder político de Jaén a Granada.

Su nacimiento y posterior proclamación como emir, el nombramiento de Granada como capital, la Alhambra como nuevo centro del poder y las tensiones políticas con Castilla, son solo algunos de los aspectos claves para entender por qué el Reino de Granada logró desarrollarse en un devastado al-Andalus”.
Militar de carrera, realizó su gloriosa entrada en Granada por la Puerta de Elvira, proclamando en voz alta: “Wa lā gāliba illā-llāh|Wa lâ Ghâlib illâ Allâh” (No hay otro vencedor más que Alá), frase emblemática nazarí. Apodado “El Rojo”, por el color de su barba, gobernó entre los años 1238 y 1273 como Muhámmad I.
Para 1238, los bastiones de defensa existentes en el monte de la Sabika, se transformaron en las bases de la “alcazaba nueva ó Al-Qasba yadida” (la Alcazaba), mejorando la seguridad con construcciones inexpugnables. Estos fueron los cimientos de la Alhambra.
Durante gran parte del periodo nazarí (siglos XII y XIV), Granada fue una ciudad próspera. El reino llegó a albergar unos 165.000 habitantes, y era un centro comercial y cultural fundamental. De este período se conservan grandes construcciones urbanísticas tales como la Alhambra y el Generalife sitas en Granada ciudad.
La estirpe
La legitimidad dinástica del autoproclamado emir de Al-Andalus podía estar en entredicho, dificultando su permanencia en el tiempo. Este es el motivo por el cuál, Mohammad I, ayudado por sus visires, justificó su estirpe vinculando su apellido ibn Nasr con la tribu de Nasr. Esta tribu en el siglo VII en la península arábiga había ayudado a Mahoma en el inicio del Islam.

La Alhambra
Esta extraordinaria creación arquitectónica se erige como uno de los patrimonios más valorados y admirados, no solo por los españoles, sino a nivel mundial. No en vano ha sido considerada como la octava maravilla del mundo hace unos años.

Primero hubo una fortaleza militar que data del siglo XI – edificada sobre otras construcciones anteriores -. Más tarde en el siglo XIII, el primer monarca nazarí la elegiría como su residencia real. La majestuosidad que inspira, lleva sobre sus hombros el peso de numerosas guerras y conquistas, que han amenazado en muchas ocasiones su integridad.
Junto al Generalife y al barrio del Albaicín, la Alhambra es patrimonio de la UNESCO desde 1984. La Alhambra posee un gran valor histórico como pocos lugares en el mundo.
El lema de la dinastía nazarí لا غالب إلا الله. Se muestra repetidamente en los palacios nazaríes. Fue una manera de recordar a terceros continuamente la legitimidad de su estirpe.
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